La vida de un estudiante de Ingeniería de Sistemas UAP

Mi nombre es Alfredo Máximo Munares Hurtado, en el año 1987 egrese de la Escuela Técnica del Ejército como Suboficial de Tercera especialista en Informática, actualmente tengo el grado de Técnico de Primera.

Soy una persona que le gusta el estudió por eso en el año 1988 postule e ingrese ingresé a la Universidad Particular San Martin de Porres a la Facultad de Ingeniería y Arquitectura en la Escuela Ingeniería de Computación y Sistemas, siguiendo mis estudios aproximadamente hasta el Sexto Ciclo.

Debido a mi experiencia en el desarrollo de software y aprovechando las oportunidades laborales que se me presentaron en un determinado momento, opte por laborar en determinadas instituciones que mejoraron mis ingresos económicos, y a su vez descuide los estudios universitarios (crazo error que los jóvenes no deben cometer), perdiendo más adelante oportunidades laborales por no concluir la carrera profesional de Ingeniería de Sistemas.

Con el transcurrir del tiempo y con las nuevas responsabilidades que uno asume en la vida y no contando con una carrera profesional que me respalde para mejorar el  bienestar de  mi familia, me he visto  en la necesidad de concluir los estudios universitarios y en un futuro cercano el post-grado.

Por este motivo he vuelto a las aulas universitarias desde el año 2009 y en vista que la pensión en la Universidad San Martín de Porres se ha elevado considerablemente,  actualmente mis ingresos económicos no cubrirían los estudios en dicha universidad, por lo que tuve que realizar mi traslado  externo a la Universidad ALAS PERUANAS, facultad de Ingenierías y Arquitectura a la Escuela de Ingeniería de Sistemas e Informática, en la que sí puedo subvencionar mis estudios sin descuidar a mi familia.

Un consejo para los jóvenes es que si tienen la posibilidad de estudiar aún siendo solteros, terminen la carrera antes de asumir nuevas responsabilidades.

Por no culminar mis estudios en los años anteriores, cuando aún era soltero y no tenía muchas responsabilidades ahora estoy sacrificando tiempo que debo dedicárselo a mi familia, pero agradezco a mi esposa la comprensión y el esfuerzo que ella realiza porque este sacrificio es por el bien de nuestra hija y de nuestra familia.

El volver a las aulas universitarias después de tanto tiempo es una experiencia diferente porque ahora hay que aprovechar el tiempo al máximo, ya sea sacrificando horas de sueño, de diversión y dedicación familiar. Mi consejo a mis compañeros es que estudien, sean competitivos porque es la única forma de sobrevivir en este mundo globalizado.

Agradezco a todos mis amigos y compañeros jóvenes por permitir compartir mis experiencias con las suyas y aprender ambos en este trajinar de la vida.

Nunca es tarde para triunfar, solo hay que proponerse objetivos altos....Adelante.